Botticelli es uno de los grandes nombres del Quattrocento italiano junto
a Piero della Francesca o Andrea Mantegna. Sin embargo, tras su muerte
no dejó una estela de seguidores y pronto cayó en el olvido, a pesar de
haber estado bajo la protección de los Medici y haber pintado parte de
los muros de la Capilla Sixtina. Habrá que esperar al siglo XIX y al
movimiento prerrafaelita para que sus obras salgan de
nuevo a la luz. Siendo un artista del Renacimiento, sus figuras tienen
aún la languidez y estilización del arte gótico. Considerado como el
"nuevo Apeles", tuvo numerosos encargos bajo el mecenazgo medíceo, entre
ellos retratos de los miembros de tan poderosa familia camuflados bajo
el aspecto de personajes mitógicos o religiosos. Uno de sus principales
modelos fue el malogrado Giuliano, hermano de Lorenzo el Magnífico,
asesinado en Santa María de las Flores en la conjura de los Pazzi, cuyo
objetivo último era acabar con el mismo Lorenzo. Con veintitrés años
dejó Giuliano este mundo, pero fue inmortalizado por Botticelli en
varias ocasiones, como la que traemos aquí esta hoy: Marte y Venus.
Además de ser un retrato de Giuliano, lo es también de Simoneta
Vespucci, objeto del amor cortés por parte del joven florentino y
fallecida de tisis en plena flor de la vida. Podemos observar el bello
cuerpo de Marte, rendido tras haber tenido un encuentro sexual con
Venus, que mira vigilante a su amante, sin síntoma de cansancio y presta
para otra batalla. La mujer y el amor son capaces de agotar al hombre y
dominar su violencia y sus bajas pasiones. Esta pintura estaba destinada a una cámara nupcial, por lo que contiene un claro mensaje para los jóvenes contrayentes: hombre y mujer como elementos perfectos para equilibrar una relación de pareja.
jueves, 29 de mayo de 2014
jueves, 15 de mayo de 2014
La fuente (1917), Marcel Duchamp
Cuando en 1917 un desconocido artista llamado R. Mutt presentó al Salón
de la Sociedad de Artistas Independientes su escultura titulada La Fuente, ésta fue rechazada. Precisamente este salón se jactaba de no
poner límites al arte y garantizar la exposición de todo lo que se
presentara, pero un urinario masculino girado noventa grados y colocado
sobre un pedestal se consideró excesivo. Lo más curioso es
que su autor era realmente Marcel Duchamp, miembro del grupo promotor
de la muestra artística, y que vino a poner de manifiesto con su
"escultura" la mojigatería del mundo del arte. Su obra es realmente un ready-made u objet trouvé, esto es, un "objeto encontrado" y elegido
por el artista para dotarlo de una nueva dimensión. Al seleccionar un
objeto de uso común, vulgar y hecho en serie, el artista lo convierte en
obra de arte, que es algo individual y único. El pedestal y la firma
del "autor" corroboran esto. La fuente es uno de los grandes hitos del
arte de vanguardia, aunque el original se perdió y varias réplicas
encargadas por Duchamp son las que pululan por los museos del mundo.
miércoles, 14 de mayo de 2014
San Sebastián (1480), Andrea Mantegna
Durante el Renacimiento se recuperó el interés clásico por el estudio de la anatomía humana propia del arte clásico. La mejor excusa para mostrar cuerpos desnudos fue la mitología, la imagen de Cristo crucificado o muerto y los martirios de santos. De entre estos últimos destaca San Sebastián, joven romano miembro de la guardia pretoriana que fue condenado a morir asaeteado cuando el emperador descubrió su condición de cristiano. Fue dado por muerto y su cuerpo fue recogido en secreto por Santa Irene, que lo curó de sus heridas. Aunque murió posteriormente de una brutal paliza, tras la cual su cadáver fue arrojado a un lodazal, su iconografía es la del joven atado a una columna recibiendo las flechas de sus verdugos. Al ser un soldado, su físico suele ser musculoso y muy viril. Llama la atención que posteriormente haya quedado como uno de los grandes iconos gays por el sentido fálico del instrumento de su tortura.
De entre las versiones renacentistas de San Sebastián destacan las tres de Andrea Mantegna, de las cuales hemos elegido la de 1480. Este santo es muy escultórico: los músculos están perfectamente representados, sus piernas se asientan con firmeza y el color de la piel se asemeja al mármol de la ruinas a las que está atado. Es una anatomía perfecta, tanto en el estudio científico como en la transmisión de fuerza y valor. Las flechas no crean un espectáculo sangriento, no desvirtúan el poderoso cuerpo de San Sebastián, que acoge con dignidad su destino. En contraste con la belleza del soldado, Mantegna retrata a los verdugos con unos rostros desagradables, caricaturescos, llenos de vileza. En cuanto al paisaje, se percibe el estudio profundo que el pintor hizo de las ruinas romanas y del arte clásico en general.
martes, 13 de mayo de 2014
Violín de Ingres (1924) Man Ray
Man Ray fue un fotógrafo relacionado con el movimiento dadaísta y, posteriormente, con el surrealista. Creador de imágenes tan fascinantes como extrañas, suyo es este Violín de Ingres en donde convierte las suaves curvas de una mujer en un instrumento musical añadiendo sólo las efes o calados del mismo y erotizando así el violín, que aparece en muchas composiciones cubistas como un objeto frío y geométrico. Man Ray homenajea a Ingres y su pasión por este instrumento, y muestra también fascinación que le provoca el cuerpo de Kiki de Montparnasse, la modelo.
lunes, 12 de mayo de 2014
Lamentación sobre Cristo muerto (c.1480-90), Andrea Mantegna
La perspectiva fue el gran hallazgo del Renacimiento a la hora de representar la profundidad del espacio sobre una superficie plana, usando para ello la geometría y las matemáticas. Los edificios, por sus estructuras en forma de paralelepípedos, se usaron en los fondos con el objetivo de crear esa ilusión de tercera dimensión.
Si aplicamos la perspectiva al cuerpo humano hablamos entonces de escorzo. Uno de los más famosos por su carácter drástico, rompedor y hasta agresivo con el espectador fue éste creado por Mantegna. El pintor reproduce el cuerpo de Cristo ya muerto, tendido sobre una superficie de mármol, pero no lo hace a lo largo, sino que nos lo coloca de frente, casi invadiendo nuestro espacio. Los pies ocupan el primer plano, y no están idealizados, lo que es más novedoso aún. La anatomía del resto del cuerpo está un tanto distorsionada: podemos ver un tórax demasiado ancho, una cabeza un poco más grande de lo que le correspondería y una piernas que parecen algo cortas. Sin embargo, la audacia de Mantegna es innegable. La forma de mostrarnos la muerte de Cristo lo convierte en un ser humano. Un aspecto que llama la atención es el hecho de que los genitales del cadáver son el centro geométrico de la composición.
La maestría de Mantegna en el uso de la perspectiva geométrica aplicada al cuerpo humano tiene en esta tabla su mejor ejemplo.
domingo, 11 de mayo de 2014
El pensador (1902), Gustave Rodin
Enlazando con Miguel Ángel, hablemos de Rodin. Escultor clasificado dentro del Impresionismo, superó de alguna manera esa clasificación. Admiraba al maestro florentino hasta el punto de imitar la técnica del non finito que ya empleara Miguel Ángel en obras como El Día o El Crepúsculo de las Tumbas Medíceas. La influencia de Buonarrotti quedó patente incluso en el título de sus Puertas del Infierno, llamadas así en contraposición al sobrenombre que Miguel Ángel puso a las terceras puertas del batipsterio de Florencia, obra de Ghiberti: las Puertas del Paraíso. En el diseño de Rodin no están divididas en paneles, sino que todo es una masa continua de cuerpos que se entrelazan y que recuerdan, de nuevo, a Miguel Ángel y su Juicio Final. Las puertas están coronadas por las Tres Sombras y un hombre en actitud de pensar bajo ellas. "El Pensador" no es otro que Dante Alighieri, autor de "La Divina Comedia", cuyos versos sirvieron de inspiración al artista francés para decorar esta ingente obra.
Mademoiselle O'Murphy (1751), François Boucher
La mujer ha sido inspiración del Arte durante siglos, sobre todo en su desnudez. El desnudo el femenino era visto de lo más normal y usado en todo tipo de obras bajo la excusa de la mitología, el exotismo o incluso las escenas religiosas. La fémina que se exhibe descaradamente tiene varios ejemplos como la Venus de Urbino de Tiziano, La gran odalisca de Ingres y la que nos ocupa hoy: Mademoiselle O'Murphy. La modelo, amante de Luis XV, contaba con sólo catorce años de edad cuando fue retratada por Boucher. Debido a su juventud, el pintor no la coloca de frente, sino recostada, pero acentúa su sexualidad al destacar el juego de curvas que se produce en su cuerpo, sobre todo en las nalgas. Además, las piernas se abren en una clara invitación sexual, mientras que la almohada parece penetrar a la joven en un inteligente juego visual. La muchacha está en actitud totalmente pasiva, convirtiéndose casi en un objeto listo para uso y disfrute del hombre.
viernes, 9 de mayo de 2014
David (1473-75), Andrea del Verrocchio
Versiones
de David hay muchas, pero tres de ellas son icónicas: la ya citada de Miguel
Ángel, la de Donatello y, ya en el Barroco, la de Bernini. Pero yo siempre
reivindico la de Verrocchio, maestro de Leonardo da Vinci, por encima de las
dos del Renacimiento, Miguel Ángel me perdone. Mientras que él nos presenta un
David adulto y ya formado y Donatello un andrógino que conserva unas formas indefinidas aún, Verrocchio, fiel al texto bíblico, nos muestra al adolescente que empieza el
cambio y el suyo es un cuerpo que inicia el proceso de transformación que anuncia el hombretón que será en un futuro. Como curiosidad, se dice que
esta escultura tuvo como modelo a un joven Leonardo.
jueves, 8 de mayo de 2014
David (1501-04). Miguel Ángel Buonarrotti
Cuando Miguel Ángel se hizo con el bloque de mármol del que saldría su David, éste ya estaba medio desbastado, así que tuvo que hacer milagros para sacar algo de ahí. Es por esto que la obra tiene ciertos defectillos, tales como la estrechez de perfil, la mano derecha muy grande, la pierna en reposo muy larga y la cabeza algo gorda, aunque esto fue deliberado para corregir la perspectiva al ser una escultura de más de cuatro metros y estar sobre un pedestal. Así y todo, anatómicamente es una maravilla y su ceño fruncido mítico. El escultor plasmó un momento de tensión, justo el instante en el que el joven pastor se concentra en su objetivo para calcular cómo derrotarlo. La aparente relajación no es tal si nos fijamos en los músculos hinchados, prestos para iniciar la acción de lanzar la piedra con la honda.
miércoles, 7 de mayo de 2014
The David Gandy Museum of Art: un museo de carne y hueso
Queridos todos: con ustedes el David Gandy Museum of Art, un blog en el que repasaremos grandes momentos de la Historia del Arte a través de fotografías del modelo británico. La idea surgió de esa forma en la que surgen los grandes hallazgos: por casualidad. Les cuento...
Mi admirada Kimberly y yo redescubrimos recientemente a David Gandy (y digo "redescubrimos" porque ya le habíamos echado el ojo hace tiempo) a propósito de la lectura de la serie de novelas de Karen Marie Moning tituada Fever. Y aquí encontramos otra casualidad: el primer libro había caído en mis manos en el verano de 2009, pero no seguí leyéndolo porque vi que era parte de una saga y no tenía ganas de esperar. Fue hace unas semanas cuando Kim, incansable rastreadora de novelas románticas, halló Fiebre Oscura y me propuso leerla junto al resto, ahora que ya estaban todas publicadas. Así lo hicimos y empezamos a sentirnos seducidas por el protagonista masculino, el enigmático Jericho Barrons. De nuevo Kim se lanzó a la búsqueda de fanart de las novelas y hete aquí que David Gandy aparecía en numerosos lugares como el perfecto Barrons. ¡Y es que es así, tal cual! Las fotografías iban y venían entre nosotras hasta que llegamos a una esencial: Gandy posando desnudo con un aire al David de Miguel Ángel. La pose no era casual, ni mucho menos, sino totalmente intencionada. Entonces se me ocurrió compartir con Kim y con otras amigas (Elora, Kahlan89 y Lúthien) una pequeña clase de arte en la que explicaba los problemas a los que se enfrentó Miguel Ángel para hacer esta escultura y que dieron lugar a ciertos defectos anatómicos, para luego comparar la imagen de mármol con la de carne y hueso. A partir de ahí, y tras investigar en las fotos del modelo que pululan por Internet, observé que podían hacerse muchos paralelismos entre ellas y distintas obras de la Historia del Arte. A lo largo de varios días fui publicando comentarios de algunos hitos artísticos con su correspondiente imagen de Gandy al lado para ver el parecido. Finalmente, Kim y yo decidimos abrir este blog para deleite del personal. El diseño es de ella y los comentarios míos. Espero que les gusten ambos.
En fin, sólo me resta decir, amigas (y amigos), que no sé cuánto durará la vida de este museo, pero lo que aquí se expondrá creo que va a ser de una calidad excepcional...
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