En la entrada anterior hablábamos del arte clásico del siglo V a.C., y ahora toca el del
siglo IV a.C. Sus principales representantes son Lisipo, Scopas y Praxíteles.
Centrémonos en este post en el último de los tres. Si Policleto dotó a las
esculturas de movimiento con el contrapposto, Praxíteles irá un paso más allá y
creará figuras donde la curvatura del cuerpo es tal que necesita un punto de
apoyo para no caerse. Es la llamada "curva praxiteliana" que podemos
ver en Hermes con Dionisos niño. Además de eso, sus dioses son más
esbeltos que los atletas de Policleto, y muestran un rostro sereno, ausente y
alejado del simple mortal que sólo puede observarlo sin ser percibido por la
deidad.
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